Saltar al contenido

/// Diario de Femijedi ///

Investigación sobre ficción de diario virtual caótica y nómada

¿Quién es la mujer trabajadora?

Publicada el 2018/02/15 por Femijedi

A primera vista parece que la palabra “Mujer” es un significante vacío y una subjetividad política muy difícil de comprender en nuestros días. ¿Quién es la “Mujer”?

 

///

 

¿Quiénes nos reunimos autónomamente en las calles en Asambleas donde cada quien puede participar con su saber -autoidentificándose como desea- para organizar un paro activo de todo el día que reivindique nuestro día como trabajadoras remuneradas y no remuneradas? ¿A quién representan las mujeres, lesbianas, travas, trans, intersexuales y bisexuales que nos reunimos en las plazas? ¿Quién son estas locas? Pero, ¿quién es esa mujer trabajadora?

 

///

Breves notas sobre algunas de las «mujeres» con las que me encuentro, recuerdo e imagino…

 

La mujer trabajadora es la cuidadora de la adultez mayor que se vio expuesta a años de trabajo esclavo con informalidad y aportes mínimos para terminar sus años en algún hospital público que la vulnera sus derechos y le ofrece una atención infame como si fuera un favor.

La mujer trabajadora es la desocupada que no pudo terminar de estudiar porque no hay acompañamientos sociales ni reparaciones dignas para las víctimas de acosos, maltratos, violaciones y feminicidios.

La mujer trabajadora es la loca que no pudo terminar de estudiar ni puede trabajar porque la torturaron en el manicomio en la dictadura y la llevaron en trata a otro país con militares pero no hay pruebas para hacer justicia porque los machos aprendieron a prenderlas fuego antes de 1984.

La mujer trabajadora es la que estudia en base de becas pero se encuentra desocupada porque en su país su trabajo no se considera necesario como para pagarle lo que realmente le corresponde sin abdicar de su ética.

La mujer trabajadora es la niña cansada de que la digan autista cuando su autismo es la mejor forma de hacer con su locura frente a los dispositivos disciplinantes de la educación que pretende normalizar su existencia.

La mujer trabajadora es la que se posterga porque se hace cargo sola de su cría luego de que un macho desaparece y no se hace responsable de su “error” y el aborto no existía.

La mujer trabajadora es la afrodescendiente desocupada que tiene que estar pendiente de que salga algún llamado público con acciones afirmativas para poder concursar con ciertas garantías porque la gente blanca es racista.

La mujer trabajadora es la migrante desocupada que trabaja sexualmente para pagarse los estudios habitando posiciones de servidumbre festejando ser empresaria de si misma.

La mujer trabajadora es la mujer en silla de ruedas que todos los días es infantilizada y asexualizada para ser parte de los juegos de poder de madres axficiantes que aún creen que su hija es un castigo divino.

La mujer trabajadora es la que elige putear y ser independiente mientras la casada la juzga desde la posición de privilegio que le otorga el contrato sexual judeo-cristiano.

La mujer trabajadora es la niña abusada a la que nadie le cree porque en la familia se guardan secretos que, con suerte, sólo se dicen cuando el macho se muere.

La mujer trabajadora es la mujer que tiene un consumo problemático de sustancias porque se odia ya que su familia la maltrató toda la vida y cayó las violaciones que sufrió por miedo.

La mujer trabajadora es de nuestro pueblo originario que sigue luchando para que todos los cuerpos llenos de lo peor del colonialismo no le recuerden el dolor del genocidio.

La mujer trabajadora es la transexual que quiere estudiar y trabajar pero tiene que trabajar sexualmente porque sus familias la expulsó y todo el mundo la discrimina.

La mujer trabajadora es la trava portadora que sale de la cana y necesita que la salud sea un derecho integral y que dejen de pensar “que se joda por puta”.

La mujer trabajadora es la travesti que no quiere definir su identidad de género porque comprende que la fluidez y se enfrenta a la estabilización identitaria que le ofrece la intervención de la medicina y la tecnología.

La mujer trabajadora es el varón trans discriminado en su familia, tratado como marimacho que se expone a las violaciones correctivas de los machos y la violencia psiquiátrica.

La mujer trabajadora es la niña a la que sólo se enseña a cuidar y ser sumisa frente a los hombres «porque pueden abusarse» pero las “madres” las entregan en sociedad a la caza de un macho en los cumpleaños de quince.

La mujer trabajadora es la amante que dejó de esperar que “él cambie” y se dio cuenta de que no tienen que jugar los teatros que le impone un hombre para sostener un harén que de manera snob llama «poliamor».

La mujer trabajadora es la mujer que practica el amor libre pero que tiene claro cuando el machoprogre no puede sostener vínculos sin imponer sus privilegios y sólo se dedica a decir que “es abierto” y “se está deconstruyendo” pero la acosa por Internet, la subestima explicándole qué cree que es el feminismo y le tiene miedo porque si la sigue molestando lo va a denunciar y escrachar.

La mujer trabajadora es la madre que se endeuda para hacer una fiesta religiosa de entrega de niñas y cosifica a su cría depositando en ella sus deseos frustrados.

La mujer trabajadora es la bisexual cansada de que todo el mundo piense que le gustan las orgías, que no siente y a la que todo el mundo le reclama que estabilice su deseo según una identidad de género.

La mujer trabajadora es la lesbiana cuya subjetividad no legitima la categoría mujer y se define políticamente como no-mujer.

La mujer trabajadora es la que se autogestiona y trabaja cooperativamente porque está cansada de los saqueos del neoliberalismo.

La mujer trabajadora es la mula que cae presa porque en el barrio no hay otra opción para poder sobrevivir y que coman las crías.

La mujer trabajadora es la que adopta una cría porque se da cuenta de que están institucionalizadas como consecuencia de la naturalización del abandono patriarcal.

La mujer trabajadora es la que se cansa de ir al manicomio a buscar las pastillas porque entiende que ya nada tiene sentido, ya ni puede decir qué es lo que le causa dolor porque su potencia cognitiva está dopada y termina cortándose el cuerpo para encontrar un punto de fuga de la patología por unos instantes.

La mujer trabajadora es la trabajadora independiente que está cansada de que nombren como artesanía su arte para pagarle menos mientras los hombres exponen sus obras en galerías y reciben premios.

La mujer trabajadora es la adulta mayor en el geriátrico que es víctima de abusos para sacarles dinero y sus familias las depositan como si fueran una cosa a quitarse de arriba.

La mujer trabajadora es la que sacó la cuenta de que le pagarían más si se prostituyera porque no le pagan lo que corresponde y los orificios de su cuerpo se cotizan más que su saber como ser.

La mujer trabajadora es la que continúa en un partido político porque no le quiere regalar la democracia representativa a la oligarquía tan fácilmente y sufre la violencia patriarcal de lo electoral.

La mujer trabajadora es la de frontera que habla varias lenguas y que su vida se construye sin una identidad nacional ya que tiene claro que vive en un país colonial y no legitima los bordes de los territorios.

La mujer trabajadora es la estudiante acosada sexualmente por un docente que ejerce su poder para construir una discípula dependiente que lo adule.

La mujer trabajadora es la que denuncia a la Iglesia y la acusa sin pedirle permiso a nadie mientras la opinión pública sale a preocuparse por el daño a la propiedad privada y el judeo-cristianismo multiplica su campaña de evangelización construyendo la imagen y la narrativa de las “brujas feminazis” de la “ideología de género” que “vienen por nuestros niños”.

La mujer trabajadora es la que trata de ir a tomar mates en la casa de alguna vecina para salir de los gritos de todos los días cuando puede porque aún no se anima a denunciar porque no tiene trabajo ni adonde ir con sus crías.

La mujer trabajadora es la que vive en algún refugio porque no tiene dientes y toma una medicación muy fuerte que no le permite sostener trabajos porque ya está cansada de vivir así y no hay sociedad que desee acompañar su proceso integrándola.

La mujer trabajadora es la que mendiga una moneda porque si no consume no sabe como vivir pero aún la sostiene algún delirio frente a la inexistencia de posibilidades dignas ya que la sociedad la ignora.

La mujer trabajadora es la que va a pedir una prestación social y un tecnócrata la controla aplicándole formularios para una «contraprestación» cuando el Estado viola sistemáticamente sus derechos humanos más básicos y no le ofrece posibilidades reales.

La mujer trabajadora es a la que le imponen el cuidado de su familia cuando esa misma familia fue la que la violentó toda la vida y la sociedad le reclama sumisión frente a esas personas porque hay una moral judeo-cristiana que sostener.

La mujer trabajadora es la que se dio cuenta de que el hecho de que un hombre le diga “sólo la puntita” en una violencia en la práctica sexual porque significa que están a punto de violarla y frivolizar su derecho a una salud sexual y reproductiva digna.

La mujer trabajadora es la que está presa porque cometió un error gracias a la vulnerabilidad a la que la expuso la violencia de la situación de pobreza por generaciones.

La mujer trabajadora es que se va del país porque no encuentra trabajo y se expone a la precarización laboral migrante en otros lugares donde la reconocen únicamente como sudaca.

La mujer trabajadora es la abuela que cuida y sostiene económicamente crías porque la hija no puede sola con todo y el “padre” desapareció.

La mujer trabajadora es la que no tiene casa, vive de prestado porque tampoco tiene garantía y no sabe adonde se va a mudar próximamente y la inestabilidad habitacional la desborda porque todxs necesitamos la tranquilidad de un refugio.

La mujer trabajadora es el “puto-marika” que es tratado como “minita” porque no quiere seguir reproduciendo la masculinidad hegemónica pero que siempre tiene miedo de que algún macho lo viole para “enderesarlo”.

La mujer trabajadora es la sindicalista que acosan sexualmente, humillan, gritan e insultan o usan de mano de obra barata algunos hombres que se apropian de los logros políticos de su acción.

La mujer trabajadora es la que lucha por abortos legales y dignos porque la información no llega al barrio y las adolescentes se reproducen porque es lo que “hacen las mujeres” según dice la Iglesia pentecostal de la zona.

La mujer trabajadora son las ocho travestis que murieron por los travesticidios que aún siguen sin justicia.

La mujer trabajadora es la que tiene triple jornada laboral que no es remunerada porque todavía seguimos sin comprender que lo personal es político y que nadie elige nacer en un sistema en que se vive para trabajar en vez de trabajar para vivir.

La mujer trabajadora son todas las gurisas y mujeres desaparecidas que aún no sabemos dónde están.

La mujer trabajadora es la que sostiene una jornada laboral triple y siempre tiene menos ocio que cualquier hombre.

La mujer trabajadora es la loca internada a la que le hacen eletroshocks para calmar la «patología» de su «trastorno mental» con altas dosis de pastillas, encierro y torturas. Las lobotomizadas de las que no se habla nunca porque se prefiere ver como zombies para cuidar las «buenas costumbres».

La mujer trabajadora es la primera que se queda sin trabajo cuando el patriarcado-capitalista se encuentra en crisis económica: feminización de la pobreza.

La mujer trabajadora es la autónoma que se va de todos los espacios que la oprimen cuando se convierten en sectas evangelizantes porque no le interesan las religiones y reivindica su singularidad.

La mujer trabajadora sale a la calle a hacer sus prácticas artísticas y políticas sin pedirle permiso a nadie.

La mujer trabajadora es la que denuncia a los pederastas.

La mujer trabajadora es la que detesta los comités centrales.

La mujer trabajadora es la que detesta los «Pitos de Oro» y las “Concha de Plata”.

La mujer trabajadora es la apóstata de todos los mono y politeísmos.

La mujer trabajadora está en contra de todo fetichismo que se sostenga sobre ella.

Esa mujer expone la disidencia y no se agota en ninguna central obrera.

Esa mujer trabajadora y todas las que te puedas imaginar somos vos y yo,

solas y libres.

Navegación de entradas

Memoria para el sindicalismo patriarcal
¿Qué diario? ¿Quién es Femiyedi?
Funciona gracias a WordPress | Tema: micro, desarrollado por DevriX.